miércoles, 4 de agosto de 2010

El Indice de Calidad de Muerte: estamos en el puesto 26

La Unidad de Inteligencia de la famosa revista "The Economist" (Economist Intelligence Unit) fue fundada en 1946 como un departamento interno orientado a la investigación y a la creación de informes para la propia revista. Con el tiempo se ha convertido en una auténtica empresa de referencia en consultoría e investigación que asesora a multitud de empresas, gobiernos y fundaciones de todo el mundo.

El pasado mes de Julio hizo público el Informe "The Quality of Death. Ranking end-of-life care across the world", encargado por la Fundación Lien, una fundación privada de Singapur que patrocina proyectos relacionados con los cuidados paliativos. El punto clave del Informe es la creación de una Índice de Calidad de Muerte y su aplicación a 40 países del mundo para obtener la puntuación correspondiente y determinar su lugar en el ranking.

El Índice obtiene puntuaciones entre 0 y 10, como resultado de la evaluación de 24 indicadores, tanto cuantitativos como cualitativos, distribuidos en 4 categorías ponderadas: situación general de la Atención sanitaria al final de la vida (20%), coste (15%), calidad (40%) y accesibilidad (25%).

De los 40 países analizados, quien obtiene la mejor puntuación y se sitúa en el número 1 es el Reino Unido (7,9 puntos) y el peor, en el puesto 40, la India (1,9 puntos). España se sitúa en el puesto 26  (4,2 puntos). En el informe puede verse también por separado el ranking de países en cada una de las 4 categorías.

Además, en la página web se ofrece información desagregada sobre cada país, si bien no es muy detallada. Se distribuye en "Fortalezas", "Nivel Medio" y "Debilidades". De España se dice, por ejmplo,  que es fuerte en disponibilidad de medicación para el dolor, en preparación de los estudiantes de medicina en esta materia (?), en transparencia en la relación médico-paciente (?) y en actitud positiva del Gobierno hacia los temas del final de la vida. Somos débiles en protocolos de instauración de órdenes de no-reanimación, en el gasto público sanitario (?) y, sobre todo, en la disponiblidad de "hospices" o servicios de cuidados paliativos por millón de mayores de 65 años y de redes de voluntarios para atender las necesidades de la atención sanitaria al final de la vida. Estos dos últimos indicadores son muy relevantes, simplemente porque tienen un peso importante en la ponderación del Índice.

Pero esto último ya nos abre al campo de las críticas al Informe. Lo cierto es que la información metodológica que se proporciona en el informe y en la web es insuficiente y, tanto la selección de indicadores como su ponderación, muy discutible. Este es el eterno problema de este tipo de "rankings": basta seleccionar otros indicadores y ponderarlos de otra manera para que el resultado sea completamente distinto. Con todo, es interesante.... Sin duda tenemos amplio campo para la mejora. Quizás fuera hora de que el Ministerio tratara de liderar de forma activa y valiente esta cuestión...


Imagen: Portada del Informe "The Quality of Death"
Foto: Pablo Simón. "Memoria de Diego Rivera: un manojo de calas en el Mercado de Arequipa (Perú)". Julio 2010.

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