miércoles, 16 de junio de 2010

Sobre el pájaro que cruza...

Marguerite Yourcenar escribió en 1976 un relato titulado “Sobre unas líneas de Beda el Venerable”, posteriormente recogido en su libro “El tiempo, gran escultor”. Según ella dice, cuenta Beda el Venerable que en los albores del siglo VII, Edwin, rey de Northumberland, Gran Bretaña, convocó a su consejo para deliberar si debía permitir a un misionero cristiano evangelizar su territorio. Tras escuchar los argumentos a favor del jefe de los sacerdotes locales tomó también la palabra un “Thane”, un jefe de clan, que dijo:


“La vida de los hombres en la tierra ¡oh rey!, si la comparamos con los vastos espacios de tiempo de los que nada sabemos, se parece, en mi opinión, al vuelo de un pájaro que se introduce por el hueco de una ventana dentro de una espaciosa estancia en la que arde un buen fuego en el centro, que calienta el ambiente en donde tú estás comiendo junto a tus consejeros y ligios mientras afuera azotan las nieves y lluvias del invierno. Y el pájaro cruza rápidamente la gran sala y sale por el lado opuesto: regresa al invierno y se pierde de tu vista. Así ocurre con la efímera vida de los hombres, pues ignoramos lo que la precede y lo que vendrá detrás…”.

Este es pues el motivo central de este blog: bien poco sabemos sobre lo que sucede fuera de los confines de la gran sala que es nuestro mundo, nuestra historia, nuestra vida. No sabemos lo que había antes de nuestro actual vivir, ni lo que habrá después del momento de morir. Sólo las creencias religiosas o filosóficas tratan de guiarnos en ese mundo del antes y el después; pero nada podemos decir con certeza absoluta, sólo podemos anhelar, con fe esperanzada, que sea algo más confortable que el mundo del invierno frío y húmedo que describe el Thane.

Para los que nos dedicamos a la bioética resultan especialmente interesantes esos "huecos de la ventanas”, es decir, el momento y la manera en que entramos y salimos de la gran sala de la vida. El profesor Diego Gracia tiene una expresión muy bella para describir esto: “el problema ético de los confines de la vida”. Efectivamente, como él dice, establecer con claridad los confines de la vida, las “ventanas”, se nos ha revelado en los últimos tiempos como algo problemático. Los avances científicos nos han obligado a aceptar que no es tan claro lo que hace bien poco considerábamos cierto. Y esto ha sucedido tanto en el campo del inicio de la vida como en el del final de la vida.

Y luego queda el vuelo por la gran sala: volar con dignidad, volar empujados por la fuerza de la "virtú" que reclamaba el gran Maquiavelo, discurrir con esa extraña mezcla de prudencia y audacia, de serenidad e insensatez, de sabiduría y locura, de tragedia y comedia que es la vida de cada uno.

Pensar juntos sobre cómo entramos, discurrimos y salimos de la gran sala de la vida, ese es el tema de este blog, el blog del pájaro que cruza.



6 comentarios:

  1. Una bonita historia para comenzar tu blog aunque nos ponga ante lo que sabemos que está ahí pero no siempre queremos ver. No sabes cuanto me alegra leerte. Pienso que has tardado demasiado en decidirte a expresarte por este medio. Te seguiré atentamente y así de paso descanso un poco de la escuela. O mejor dicho, salgo de la mía y entro en tu escuela para aprender de un buen maestro.
    Un abrazo.

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  2. Y si, yo también te seguiré. Magnífica la idea de este blog y preciosa la historia que la inagura. Es cierto, que nos preocupa la entrada y salida de la gran sala que es el mundo.... nos preocupa como profesionales vinculados con la salud y la enfermedad. Pero ciertamente, también nos preocupa como ciudadanos del mundo el paso por la vida con dignidad... y que sea nuestra actitud la que mantenga el equilibrio entre la tragedia/comedia que es nuestra vida.
    Es un "gustazo" leerte. Gracias por este blog
    Un beso.

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  3. La metáfora de la vida como un pájaro que cruza una habitación cálida pero con fuego, ya nos alerta que hay problemas en los confines; pero tambien que el espacio interior.

    Gracias por la iniciativa. Te admiramos.

    Un abrazo, miguel melguizo jiménez

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  4. ey! Pablo, que soy Inés,Inés Carmona, que no se por que ha mi comentario como anónimo

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  5. Es verdad que por prudencia debemos esperar a ver la normativa, algunos como yo, no sólo traducida al inglés , sino también al español.
    Pero sin pretender ahondar en el tema, se me ocurre una cuestión. Pablo, si un paciente holandés siendo capaz solicita una eutanasia que entra dentro de lo regulado (enfermedad terminal, petición reiterada,
    etc) si antes de llevarla a cabo, este paciente entra en coma o en disminución de su nivel de conciencia. ¿no sería como dejar dicho una directriz o voluntad anticipada? Pues supongo que esas peticiones se harán por escrito??

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  6. Resulta difícil "volar con dignidad" en estos tiempos, resulta difícil utilizar el término dignidad en esta sociedad donde un 1/3 del planeta vive a costa de la pobreza del los otros 3/4. Nuestro vuelo difícilmente comparable a los otros vuelos....y ya lolsé, no tiene porque interferir el razonamiento de la ética ....pero es difícil.

    Siendo mas terrenal Pablo, te diré que la materia es apasionante y en estos tiempos (no se como sería en Grecia hace 2500 años) quizás sea lo único que nos pueda hacer sentir humanos.

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