sábado, 4 de septiembre de 2010

¡ Pon un test genético en tu vida !

Todo el mundo en EE.UU. teme los informes de la GAO, la "Government Accountability Office", porque salir retratado en sus documentos es casi peor que salir en la prensa. Esta agencia gubernamental es conocida como "el perro guardián del Congreso norteamericano", pues es la encargada de investigar oficialmente aquellas cuestiones que le solicitan los congresistas. Este verano le tocó el turno a las empresas que venden libremente tests genéticos, fundamentalmente por Internet, un tema que ya habían abordado en 2006. El título del informe de Julio de 2010 es "Direct-To-Consumer Genetic Tests". Para realizarlo enviaron muestras de saliva o de células bucales de 5 personas a 4 compañías que venden estos tests. El resultado del informe es demoledor: "Los consumidores ficticios de la GAO recibieron unos resultados que son erróneos o de baja o nula utilidad". 

En realidad este método investigador ya lo habían usado Craig Venter y sus colaboradores en un artículo muy famoso publicado en Nature en Octubre de 2009, para demostrar la baja fiabilidad de este tipo de Tests. En su artículo los autores daban una serie de recomendaciones que los investigadores y las industrias deberían seguir si quisieran tener algún futuro en este campo. 

El uso responsable de los test genéticos ha sido algo en discusión permanente desde que aparecieron en escena hace poco más de 5 años como resultado del aprovechamiento, por parte de las empresas tecnológicas de Silicon Valley, de las expectativas generadas por la finalización del Proyecto Genoma Humano en 2003.  El estrellato llegó en 2008, cuando la revista Time elevó a la categoría de invento del año el kit para hacer análisis genéticos a domicilio (Retail DNA Test).  

 En el New England Journal of Medicine de 18 de Agosto de 2010, sendos artículos ahondan en este debate. Como cuentan los autores de uno de ellos,  fue en mayo de este mismo año cuando todas las alarmas saltaron por el anuncio de la cadena más importante de venta de medicamentos de EE.UU, Wallgreens, de que iba a poner a la venta directa en sus más de 7.500 establecimientos el kit genético de la compañía Pathway Genomics, que hasta entonces sólo estaba disponible por Internet. Esto suponía un salto cualitativo muy importante que obligó a la FDA, la agencia gubernamental que regula los medicamentos en el país,  a intervenir para tratar de parar la iniciativa alegando que se trataba de un dispositivo diagnóstico no aprobado oficialmente por ella, paralización que finalmente logró

En el otro artículo del New England los autores cuentan cómo, en 2008, un informe del Comité de Genética, Salud y Sociedad de la Oficina de Actividades Biotecnológicas del NIH ya alertó de los agujeros éticos y legales que tenía la práctica de estas actividades comerciales en EE.UU. y sugirió cambios en la regulación. 

Y es que hay muchos motivos éticos para ir despacio en este tema. Primero tenemos los problemas de fiabilidad de los resultados. Los valores predictivos, sensibilidad y especificidad de estos test no están claros y sus resultados son variables en función del análisis de riesgo que se utilice. En segundo lugar está el problema de su interpretación, es decir, cómo trasladar el posible factor de riesgo detectado a probabilidad real de padecer una enfermedad en el futuro, es decir, su utilidad clínica. Más arriesgado todavía dejar a los pacientes que se enfrenten ellos solos a esta tarea, algo que puede suceder fácilmente por más que todas las compañías que venden estos kits ofrezcan asesoramiento teléfónico experto para interpretar los resultados.  En tercer lugar están los problemas de confidencialidad inherentes al proceso de envío de muestras y recepción de resultados, que aunque también todas las compañías tratan de proteger, no dejan de estar presentes. En cuarto lugar tenemos las consecuencias que para el sistema de salud pueden tener el uso libre de estos tests. ¿Qué va a hacer un médico de familia con un varón de 30 años, asintomático, que llega angustiado a su consulta porque un test genético que se ha hecho en su casa le dice que tiene un riesgo elevado de padecer cáncer de próstata? ¿Derivarlo al urólogo? ¿Para hacer qué? Y por último tenemos los usos indebidos de determinados test, por ejemplo los de determinación de la paternidad. ¿Qué pasa si una abuela compra el test por Internet para hacerselo a su nieto, del que sospecha que no es en realidad hijo de su propio hijo, sino fruto de una relación extraconyugal de su nuera? ¿Cómo protegemos los derechos de ese bebé? Pero, por otra parte, ¿en qué medida podemos hurtar a los ciudadanos el derecho a acceder libre y directamente a esta información? ¿Cómo sortear el peligro entre el Escila de un retorno al paternalismo profesional y el Caribdis de un dañino fraude disfrazado de libertad?

En España la situación es, como no podía ser de otro modo, típicamente mediterránea. El Real Decreto 1591_2009 que regula los productos sanitarios dice textualmente en su Disposición Final Segunda, que modifica un Real Decreto anterior, que "por razones de salud pública no se pondrán a disposición del público los productos para el diagnóstico genético". Pero basta darse una vuelta por Internet para encontrarse con bastantes empresas españolas que se dedican a este negocio. Algunas de ellas son spin-off universitarias, como dos que se ubican bien cerca de mi casa, en el Parque Tecnológico de Ciencias de la Salud de Granada, Lorgen y Vitagenes. Ambas dicen en sus respectivas webs ser empresas patrocinadas por la Universidad de Granada y por la propia Junta de Andalucía, ¡con logo incluido!. Ver para creer.

Pero bueno,  mientras las cosas no estén más claras, al menos siempre podremos convertir nuestro ADN en un precioso cuadro o una linda foto para decorar nuestra mesilla de noche. Te envían  a casa un kit de toma de muestras genéticas, la remites por correo y te devuelven tu foto genética. 
Lo hace la empresa británica  DNA11 por el módico precio de 176 euros. Bonito, ¿no?. Pero ten cuidado,porque tampoco está claro lo que pueden hacer luego con los datos de tu "foto genética"...

Imágenes: Revista Time, cuadro de Alexis Rockman ("The farm") y foto de DNA11.  


2 comentarios:

  1. Uf,,A mi personalmente me aterra este tema,,En el transcurso de la historia, determinados grupos de poder, determinadas fuerzas políticas , han usado información personal y confidencial para fines digamos que "oscuros". ¿Cómo asegurar que no volverá a suceder lo mismo? ¿No es unaq contradicción que nuestra empresa no sepa ni el motivo de una Incapacidad Laboral,,,y "alguien" sepa qué código genético es el nuestro? Complicado!

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  2. complicado , sobretodo cuando estamos tambien ante una cuestion en la que la informacion que consigamos con el test puede ser usada para clasificarnos , puede hacernos mejores o peores para según que cuestión , y nuevamente sin que podamos decidir sobre ello...¿acaso podemos cambiar-mejorar sobre nuestro ADN?
    juana

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